ARTICULO MAIZ BLANCO del VALLE SAGRADO Tito Alarcón
Los alimentos además de tener vida también tienen sentimientos. Si no son bien tratados suben al cielo, Hanaq Pacha, y se quejan al Señor. Si su situación es muy dura algunos prefieren no regresar. Este es el punto de vista de la cosmovisión andina pero, al parecer está comenzando a suceder con el famoso maíz blanco de Cusco, el paraqay, que está siendo espantado del Valle Sagrado. Hay una variedad de maíces en el Perú comenzando del reventón,
conocido como "pop corn" en idioma inglés. Sin embargo el paraqay es
único. De grano grande, sin igual en el sabor y el más largo de todos,
está cediendo su espacio ante la invasión turística que sufre el valle del
Willkamayu o Vilcanota , el río que nace de una lágrima solar. La suavidad de su clima, la calidad de la tierra, la dulzura del
aire, le dan un sello especial así como a los frutales del lugar que son
característicos, la pera de agua, los melocotones, las nueces, las manzanas y
otros. El paraqay no se puede sembrar, porque no crece en otra parte. El
Valle Sagrado es su piso y la proliferación de los hoteles por la cercanía a
Machupiqchu y también a su propio parque arqueológico desde Raqchi, P'isaq,
Huch'uy Qosqo, el palacio del Inka Wayna Qhapaq en Urubamba y Ollantaytambo, le
está quitando sitio.
Tenemos una tradición milenaria con la Saramama, el maíz , que se cuenta en los mitos y al mismo tiempo, infortunadamente, una guerra de guerrillas con el trigo que dura todavía. A pesar de los largos años el trigo caro, ajeno y foráneo, sigue siendo preferido manteniendo al maíz a la sombra de su prosperidad.
Los españoles le colgaron el sambenito de grano maléfico que provocaba una serie de enfermedades mientras el trigo estaba bendecido porque se convertía en el cuerpo de Dios durante el sacrificio de la Misa. El tiempo se encargó de reivindicarle pero falta una mayor difusión de su empleo en sopas -las agradables lawas-, bizcochos y maicillos.
El Valle sagrado, con el Cusco fueron el centro del universo inca, su clima, sus excelentes tierras, el rio Urubamba que lo atraviesa a lo largo de 100Kms., sus diferentes altitudes y pisos ecológicos crearon las condiciones para que este valle fuese la despensa alimentaria y el lugar de descanso de la corte incaica. El Valle Sagrado tiene un clima muy agradable, se encuentra entre los 2700 y 2900 msnm., el paisaje es llano, existen distintos pisos ecológicos desde los nevados sagrados, hasta los valles rodeados de vegetación y maíz. Aquí crece el famoso maíz blanco gigante del Urubamba (Paraqay).
Los primeros españoles llegaron a Urubamba hacia 1538, por una razón, su favorable altitud, porque cuando las mujeres españolas que vinieron con sus maridos europeos se embarazaban y daban a luz, los niños que nacían morían de hipoxia (falta de oxígeno) a las pocas horas del parto. Por eso los españoles trasladaron a sus mujeres a Urquillos y a Urubamba, para que allí pudieran dar a luz, y así los niños podían sobrevivir.
Gracias a ese microclima, a esa altitud, los primeros españolitos del Cusco pudieron sobrevivir y nacieron allí. Igualmente, las gallinas no podían reproducirse en el Cusco, no completaban la incubación y los pollitos se morían, antes de salir del cascarón. Llevaron las gallinas a Urubamba donde se aclimataron y pudieron reproducirse. Sobre esto existe una prueba documental, el famoso “Documento de Yucay”, que prueba que Urquillos fue repartido a casi todos los españoles vecinos del Cusco, para que todos tengan su casa de campo donde pudieran dar a luz sus esposas.
El cultivo del maíz blanco gigante tiene más de mil años en el valle, fue anterior a los incas y a Huayna Cápac, pues este inca fue el dueño de Urquillos, Yucay, Urubamba y Huayocari, era su hacienda real y los indios cañari, sus yanaconas, la trabajaban para él. Estos mismos indios, dirigidos por ingenieros incas, hicieron los andenes de Yucay. Esta hacienda real tan importante pasó después a manos de Francisco Pizarro como encomienda y la trabajó para él un cacique cañari: Francisco Chilche. Como verás la historia de Urubamba es muy antigua.La mayor parte de los hacendados de Urubamba se dedicaba al cultivo del maíz blanco gigante y antes al cultivo de la alfalfa y la cebada en verde, las cuales servían de alimento a las innumerables recuas de mulas que transportaban los productos de La Convención al Cusco, llevando alcohol, coca, café, cacao, etc. El valle de Urubamba es angosto, y las propiedades más grandes no tenían más de setenta u ochenta hectáreas de tierras planas de primera clase, predominaba la mediana propiedad.
Tenemos una tradición milenaria con la Saramama, el maíz , que se cuenta en los mitos y al mismo tiempo, infortunadamente, una guerra de guerrillas con el trigo que dura todavía. A pesar de los largos años el trigo caro, ajeno y foráneo, sigue siendo preferido manteniendo al maíz a la sombra de su prosperidad.
Los españoles le colgaron el sambenito de grano maléfico que provocaba una serie de enfermedades mientras el trigo estaba bendecido porque se convertía en el cuerpo de Dios durante el sacrificio de la Misa. El tiempo se encargó de reivindicarle pero falta una mayor difusión de su empleo en sopas -las agradables lawas-, bizcochos y maicillos.
El Valle sagrado, con el Cusco fueron el centro del universo inca, su clima, sus excelentes tierras, el rio Urubamba que lo atraviesa a lo largo de 100Kms., sus diferentes altitudes y pisos ecológicos crearon las condiciones para que este valle fuese la despensa alimentaria y el lugar de descanso de la corte incaica. El Valle Sagrado tiene un clima muy agradable, se encuentra entre los 2700 y 2900 msnm., el paisaje es llano, existen distintos pisos ecológicos desde los nevados sagrados, hasta los valles rodeados de vegetación y maíz. Aquí crece el famoso maíz blanco gigante del Urubamba (Paraqay).
Los primeros españoles llegaron a Urubamba hacia 1538, por una razón, su favorable altitud, porque cuando las mujeres españolas que vinieron con sus maridos europeos se embarazaban y daban a luz, los niños que nacían morían de hipoxia (falta de oxígeno) a las pocas horas del parto. Por eso los españoles trasladaron a sus mujeres a Urquillos y a Urubamba, para que allí pudieran dar a luz, y así los niños podían sobrevivir.
Gracias a ese microclima, a esa altitud, los primeros españolitos del Cusco pudieron sobrevivir y nacieron allí. Igualmente, las gallinas no podían reproducirse en el Cusco, no completaban la incubación y los pollitos se morían, antes de salir del cascarón. Llevaron las gallinas a Urubamba donde se aclimataron y pudieron reproducirse. Sobre esto existe una prueba documental, el famoso “Documento de Yucay”, que prueba que Urquillos fue repartido a casi todos los españoles vecinos del Cusco, para que todos tengan su casa de campo donde pudieran dar a luz sus esposas.
El cultivo del maíz blanco gigante tiene más de mil años en el valle, fue anterior a los incas y a Huayna Cápac, pues este inca fue el dueño de Urquillos, Yucay, Urubamba y Huayocari, era su hacienda real y los indios cañari, sus yanaconas, la trabajaban para él. Estos mismos indios, dirigidos por ingenieros incas, hicieron los andenes de Yucay. Esta hacienda real tan importante pasó después a manos de Francisco Pizarro como encomienda y la trabajó para él un cacique cañari: Francisco Chilche. Como verás la historia de Urubamba es muy antigua.La mayor parte de los hacendados de Urubamba se dedicaba al cultivo del maíz blanco gigante y antes al cultivo de la alfalfa y la cebada en verde, las cuales servían de alimento a las innumerables recuas de mulas que transportaban los productos de La Convención al Cusco, llevando alcohol, coca, café, cacao, etc. El valle de Urubamba es angosto, y las propiedades más grandes no tenían más de setenta u ochenta hectáreas de tierras planas de primera clase, predominaba la mediana propiedad.
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