ARTICULO ENTRE UTOPIA Y REALIDAD.. LA HUACACHINA..


Dejando de lado ciertos tabúes y sustrayéndome  en pensar que las utopías son inalcanzables y que un mundo mejor no es posible, hay personajes que trabajan por el cambio y son capaces de transformar la realidad desde una mirada simple.
Por:Tito Alarcon
Como parte de nuestra estructura social, somos conscientes de que todos los problemas
del mundo empiezan en nosotros y todas las soluciones sin duda tienen raíz en nosotros mismos. Cuando hacemos un análisis autocrítico y empezamos a revisar cuáles son los grandes problemas del planeta: la sociedad en su conjunto, la corrupción, la falta de empleo, violencia etc.; y si le damos una mirada a los grandes fallos que como humanidad tenemos, estas tienen raíz en la humanidad individual o sea nosotros mismos"  Entonces de eso se trata: transformar el mundo a través del cambio personal, de las iniciativas, de la toma de decisiones y sobre todo del coraje para emprender y transformar una idea.

Peru es un lugar unico, espectacular, a opinion de quienes nos visitan y ven desde su perspectiva las bondades de un destino maravilloso lleno de contrastes y magia.

LA HUACACHINA:
Un lugar emblematico que cautivo por generaciones es el otrora oasis de HUACACHINA en
Ica,  un pueblo simpatico y amigable rodeado de palmeras, dunas impresionantes y la incontrastable laguna turquesa verdusca que adorna este inmenso desierto de la costa del Peru. 
Lo duro era saber que estaba camino al abandono y  su desaparición como atractivo, merced al desinterés y falta de apoyo de autoridades de periodos anteriores.
Gracias a iniciativas y la gestion de Fernando Cilloniz ademas del apoyo de un grupo de emprendedores y el manejo privado hoy se viene recuperando, reviviendo su brillo natural y volviendo a ser un lugar importante para la oferta turistica del pais.

Sin embargo, se sienten nubarrones y pasos al fondo del pasillo de apetitos subterráneos que quieren hacer presa de este importante recurso y volver al pasado.
Qué mejor explicado por el mismo Fernando en este articulo publicado en LAMPADIA importante medio de comunicacion.


Como el cangrejo

La Huacachina, el Gobernador… y su tajada

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 1 de marzo de 2019
Para Lampadia
En enero del 2015 La Huacachina era un charco agonizante y pestilente. El espejo de agua se había venido degradando poco a poco. Era cuestión de semanas para que el Oasis de América se secara completamente. La Huacachina estaba siguiendo el mismo triste derrotero de sus hermanas La Victoria, Orovilca y La Huega. Es decir… la muerte y el olvido.
¿Por qué el emblema máximo de Ica estuvo a punto de desaparecer? Pues bien – aunque parezca mentira – las autoridades de entonces no hicieron nada para salvarla. La Huacachina estuvo a punto de morir… por inacción de sus autoridades.
Felizmente – por esas cosas de la vida – el bien y la sensatez se hicieron presentes. Pancho Massa – un iqueño de aquellos – y sus colaboradores del Grupo Oasis, salvaron a La Huacachina. Al pan, pan… y al vino, vino. Ellos diseñaron el sistema de bombeo que logro el milagro de la resurrección. Un sistema muy sencillo… pero – a la vez – muy eficaz. La idea era llevar agua a la laguna… como sea. Y eso hicimos.
Con recursos del Gobierno Regional construimos una toma en Rincón Grande – un reservorio contiguo a La Huacachina – que llenamos con agua del río Ica. Antes tuvimos que descolmatar la vieja acequia La Mochica, la cual estaba tapada desde hacía tiempo. Simultáneamente tendimos una tubería por encima de las dunas. Y con una bomba portátil empezamos a bombear agua a la laguna. Así resucitó La Huacachina, para gloria de los iqueños… y para gozo del mundo entero.
¡Qué emoción tan grande! Jamás olvidaré aquel día. En vez de Pisco, brindamos con agua de río. ¡Qué microbios ni qué bacterias! La euforia y la alegría se encargaron de desinfectar el agua cruda. No obstante… la Fiscalía nos denunció – a mí y a Pancho – por echar agua “no apta para uso recreacional”. ¿Quién entiende al Ministerio Público? Felizmente – valgan verdades – la denuncia quedó en nada.
A partir de allí… todo fue de bien en mejor. Construimos el pozo definitivo. Arreglamos las luminarias del balneario. Con la ayuda de la Policía, ordenamos el tránsito de los areneros. Después de décadas, los niños volvieron a disfrutar del mágico mundo de las dunas. ¡Hasta las garzas y los peces regresaron a La Huacachina!
Luego dijimos. Sí la gestión pública fracasó – por corrupción, por indolencia, por ineptitud… o por lo que sea – ¿por qué no probar una tercerización? ¿Por qué no convocar – mediante concurso público – a empresas idóneas especializadas que se comprometieran a mantener la belleza y seguridad del balneario y sus alrededores? El financiamiento provendría del pago de los aventureros por el uso de los areneros. Esa era la idea.
Pues bien… hicimos el concurso. ¡Y todo salió muy bien! Se presentaron cuatro empresas y ganó – en buena lid – Desert Nights. Claramente, la mejor propuesta. Gracias a ella – aparte de segura, limpia, ordenada y bella – La Huacachina está nuevamente llena de vida. Música, baile, pintura, artesanía, teatro. Adultos, jóvenes, niños. Visitantes de todo el mundo. La Huacachina está tan preciosa como antaño. Claro que quedan cosas por mejorar. Pero en ese camino está.
OTROSI DIGO: la recaudación por el tour en los areneros se triplicó a partir de la tercerización. Más claro… ni el agua. Los cobradores y funcionarios de la Municipalidad Provincial y del Gobierno Regional se embolsicaban más de S/. 100 mil mensuales. ¡Así era la nuez!
El problema es que Gallegos – el Gobernador Regional – quiere volver al pasado. “El Gobierno Regional retomará el control de La Huacachina” – sentenció hace poco en tono achorado. Parece que el hombre quiere también su tajada.

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